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Abres la puerta con el dibujo de la serpiente, del otro lado hay una inmensa boa pitón, que intenta atacarte. Pero el animal es lento y logras esquivar sus feroces mordidas. Mientras te encuentras esquivando los ataques de la serpiente, ves que en el centro de la habitación hay un pequeño cofre de madera, lo agarras y sales de la habitación antes de que la serpiente logre atraparte. 

En ese momento, te llega un nuevo mensaje al celular: 

“Felicidades, lograste completar una nueva misión, solo falta la última, y quizás puedas ser uno de los elegidos”. 

Le respondes con toda la furia acumulada: 

“Maldito HDP, ¿quién eres? ¿Por qué me obligas a hacer estas cosas? 

“No puedo decirlo aún”, te responde el enigmático mensajero. “Cuando hayas completado tu última misión, ahí podrás comprender todo”.

"¿Y si me niego? ¡Ya estoy cansado de estos juegos!”. 

“Entonces, te mataremos. Abre el cofre, ahí están las últimas instrucciones”. 

Llorando de rabia abres el cofre, dentro hay una aguja hipodérmica, un frasquito con un líquido ámbar y las siguientes indicaciones: 

“En el hospital público de la calle 63, hay un paciente ubicado en la sala 234. Debes entrar a la sala e inyectarle este líquido. Si lo haces correctamente, habrás ganado un pase a tu salvación”. 

Vas hasta el hospital, entras a la sala 234 y te encuentras con un viejito dormido.

¿Qué haces? 

A. Inyectas el líquido a riesgo de matar al anciano 

B. No inyectas el líquido y huyes del hospital